El pasado fin de semana se llevó a cabo, en Huatusco, Veracruz, la octava reunión anual del “Grupo Huatusco”, para tratar de contestarnos la misma pregunta que nos llevó a convocar la primera reunión en 2002: ¿por qué la economía mexicana no crece? Han pasado ocho años desde entonces y lo que seguimos observado en que el desempeño de nuestra economía sigue siendo muy mediocre, lo que mantiene prácticamente estancado el ingreso y el bienestar de la mayor parte de población mexicana.
En esta ocasión el seminario llevó por título “Las Políticas Públicas para la Productividad y el Crecimiento Económico” e incluyó ocho grandes temas: La era de la productividad; El poder de la productividad; Las políticas de desarrollo productivo; La productividad en México; México frente a la crisis: hacia un nuevo curso de desarrollo; Las políticas de desarrollo tecnológico para la productividad; La conservación del medio ambiente, la productividad y el crecimiento; El impacto de la regulación de las entidades federativas y municipios sobre la productividad y el crecimiento.
A lo largo del seminario, en las diferentes ponencias y comentarios, resaltó un hecho contundente: la productividad de los factores de la producción está prácticamente estancada e inclusive, en algunos sectores de la economía, ésta ha caído. Este hecho es lo que explica, principalmente, por qué y a pesar de la acumulación de factores de la producción, tanto capital como mano de obra, la economía mexicana no crece..
Una primera causa que se adelantó para explicar el estancamiento de la productividad es el hecho de que la mayor parte de las unidades productivas, las empresas, son muy pequeñas y operan en la informalidad, lo que deriva en dos fenómenos particulares. El primero es que los trabajadores en estas empresas, que normalmente no llegan a cinco empleados, e inclusive muchas de ellas son unipersonales, no tienen acceso a los servicios de seguridad social. El segundo, es que por ser tan pequeñas, producen con tecnologías obsoletas y con una escala de operación muy baja, resultando en una baja productividad.
La muy pequeña escala de operación de las empresas y el que estén en la informalidad se explica a su vez por varios factores: una excesiva regulación de los mercados, particularmente en los niveles de las entidades federativas y los municipios, los altos costos de crear legalmente una empresa por la propia sobrerregulación y las prácticas monopólicas de los notarios, la ineficiencia que caracteriza el sistema tributario y el que existe una significativa distorsión en el mercado laboral que se deriva de una muy ineficiente legislación laboral además de que, por cómo está diseñado el sistema de seguridad social, el empleo formal está gravado mientras que el empleo informal está subsidiado.
Otra de las causas que explican el estancamiento de la productividad es la baja tasa de introducción de tecnologías modernas de producción es decir, en una gran parte de la economía no se observa un cambio tecnológico que derive en una mayor productividad. En México solamente se destina el 0.5% del PIB a investigación en ciencia y desarrollo tecnológico, mientras que otros países con los cuales se compite, este es superior al 2% del PIB.
Se analizaron varias otras causas, pero la conclusión del seminario es clara: si no se generan las condiciones para que la productividad aumente, la economía mexicana seguirá sin crecer.
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